lunes, 10 de octubre de 2011

La CEOE

La CEOE propone suprimir los puentes del calendario laboral.

La patronal CEOE ha vuelto a poner encima de la mesa una serie de medidas para intentar superar la crisis económica. Tras las medidas tan impopulares que propuso anteriormente y tras suscitar una serie de polémicas con su defensa de trabajar más por menos dinero y, hace unas semanas por poner en entredicho la negociación salarial con su propuesta de anular la revalorización pactada para 2012; ahora la confederación de empresarios aboga por eliminar los puentes del calendario para aumentar la productividad.
Aunque se podría decir en ese sentido que la propuesta nos es nueva, ya que entre otras cosas esta medida ya se lleva a cabo en países como Inglaterra o Estados Unidos. Pero la diferencia con las medidas propuestas anteriormente, es que esta medida cuenta con el apoyo de la pequeña y mediana empresa (CEPYME) y consiste en suprimir los festivos intersemanales que permiten hacer puente, de manera que todos los días de fiesta se pasen a los lunes o los viernes, reduciendo así el impacto en el calendario laboral para las empresas.
Según se ha afirmado desde la CEPYME, esta medida favorecería la productividad, así como la renovación y la innovación del sector empresarial español. Pero también se admite que podría dañar a sectores como el turismo si se reduce el número de puentes, aunque al mismo tiempo los fines de semana de tres días animarían los viajes.
El beneficio en la industria y sectores similares, según la misma fuente, sería mucho más evidente, ya se eliminarían “los problemas de arranque y parada de la producción” que generan los festivos a mitad de semana. En cualquier caso, se ha destacado que este modelo se sigue en países de toda Europa y de América y que la iniciativa aún está en fase de alegación a la espera de recibir nuevas aportaciones para poder llegar a ser una propuesta firme.
Pero lo determinante no son ni los días de fiesta, ni los días de vacaciones. Aunque la medida propuesta por la CEOE, independientemente de que se comparta o no, tenga algo lo cual se caracteriza por su ausencia en todas las decisiones políticas y sociales en España siendo ese algo el sentido común; lo relevante es el volumen global de horas para hablar de sí en un país se trabaja mucho o poco. Y en este apartado España está en una muy buena posición dentro del ránking europeo. La jornada media que los españoles habían pactado en los convenios de 2009, era de 1.720 horas al año; muy por encima de los alemanes que contabilizaban 1.655 horas.
Pero la legislación laboral puede llevar a error. Ciertas normas sólo recogen los derechos mínimos de los trabajadores, que se modifican a través de los convenios. Así, en los pactos entre asalariados y empresarios, los trabajadores alemanes o franceses ganan más terreno que los de los Estados del sur de la Unión Europea: los 20 días de vacaciones alemanes se convierten en una media de 30; y las semanas de 48 horas francesas se transforman en 35,6.  El resultado final es que los países centrales de la Unión Europea es donde menos horas se trabaja al año, casi siempre por debajo de la media comunitaria.
Por tanto, y en cualquier caso, la clave para mejorar la productividad tal y como pide la CEOE no es trabajar más horas, si no hacerlo mejor. De hecho, hay una relación inversa entre las horas trabajadas y la productividad de los países; ya que los países que tienen menos productividad tienen que trabajar más horas para compensar, es decir, como España.

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